-Día de la Gastronomía Sostenible




 -Día de la Gastronomía Sostenible
 18 de junio



El conjunto de platos y usos culinarios propios
de un determinado lugar es una expresión más
de la diversidad natural y cultural del planeta.
Con la celebración de este Día se intentan promover
unos hábitos alimenticios que incluyen
 la producción, preparación y consumición de alimentos
más respetuosos con el medio ambiente
y con las tradiciones locales.



Este tipo de gastronomía puede desempeñar
 un papel fundamental en el desarrollo sostenible, 
sobre todo de las comunidades menos favorecidas,
 ya que promociona el desarrollo agrícola, la seguridad
alimentaria, la nutrición, la producción sostenible
de alimentos y la conservación de la biodiversidad.

El arte de cocinar es gastronomía,
por tanto, muchos de nosotros podríamos
considerarnos gastrónomos, desde el momento
en que ponemos todo nuestro empeño en que
nuestra comida esté rica y sea muy saludable.


 Normalmente, la persona que cocina 
es la que se encarga de comprar los alimentos o,
 al menos, de elaborar la lista de la compra.

Para practicar una gastronomía sostenible 
deberíamos hacernos las siguientes preguntas, 
antes de adquirir nuestros alimentos:

 
1.- ¿Se trata de un producto de temporada
 o su producción ha necesitado un gasto
 energético considerable.

2.- ¿De dónde viene?
 ¿Cuántos kilómetros ha recorrido 
el alimento antes de llegar al supermercado?.

3.- ¿Dónde se ha producido ese alimento?
 ¿Lo ha cultivado un pequeño agricultor
 o procede de una producción industrial?.

Si tenemos en cuenta que el fin primordial
 de la gastronomía es nuestra alimentación 
y nutrición, a través de los productos locales
 que han sufrido poco transporte y almacenamiento
 en cámaras, podemos nutrirnos mucho mejor.



Por ejemplo, si compramos cerezas 
de América del Sur viviendo en España, sabemos
 que han soportado muchas más manipulaciones,
 que han viajado miles de kilómetros, aunque sea
 en avión, y que no pueden superar, nutricionalmente,
 a las que se producen en el pueblo de al lado
 de nuestra casa.



 Las cerezas podrán ser más caras o más baratas, 
dependiendo de oferta o la demanda, pero 
 contribuiremos mucho más a la reducción del efecto
 climático y a la promoción de la agricultura local,
 si compramos las cerezas de cultivo más próximo
 que, además, nos garantizan una mayor cantidad
 y calidad de nutrientes.

Por otro lado, la gastronomía sostenible nos permite,
 de forma general, economizar en la materia prima
 de nuestros platos, así como utilizar alimento
s que maduran en su tiempo con una óptima 
 presencia de nutrientes.

 
Nosotros podemos ser respetuosos con el 
 medio ambiente y cuidar mejor nuestra nutrición, 
cocinando de forma sostenible, comprando alimentos
 de producción local en mercados, fijándonos
 en las temporadas de producción y escogiendo
 aquellos alimentos más nutritivos y frescos.

La gastronomía sostenible puede ser un reto para
 aquellas personas que no la han practicado y es una
 necesidad para nuestro presente y futuro, tanto 
en lo que respecta a nuestra salud física como
 a la ambiental.


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