Fábula de la oruga que se transformó en mariposa
Dos orugas eran amigas
pasaban gran parte de su tiempo juntas.
Un día una de ellas murió, por lo cual su verdadera
y leal compañera, transida de dolor,
inició una vigilancia al lado de su cuerpo inmóvil.
Tras muchos días tristes, la oruga levantó los ojos
y se encontró con una mariposa que la miraba fijamente.
-¿por qué lloras? -Preguntó la mariposa.
-Porque he perdido a mi amiga –contestó la oruga.
Entonces desplegando todo su esplendor y belleza
la mariposa le dijo: -Pero si yo soy tu amiga.
El milagro de la transformación había convertido a la oruga
en un bello ser alado. Su envoltorio corporal se había transformado,
pero su alma continuaba siendo la misma,
porque la esencia jamás desaparece.
Esta bella leyenda nos habla de la inmortalidad del espíritu y,
a la vez, de la posibilidad de evolución
que todos los seres poseemos.
****
*Un hombre se le acercó a un sabio anciano y le dijo:
-Me han dicho que tú eres sabio….
Por favor, dime qué cosas puede hacer un sabio
que no está al alcance de las demás de las personas.
en un bello ser alado. Su envoltorio corporal se había transformado,
pero su alma continuaba siendo la misma,
porque la esencia jamás desaparece.
Esta bella leyenda nos habla de la inmortalidad del espíritu y,
a la vez, de la posibilidad de evolución
que todos los seres poseemos.
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*Un hombre se le acercó a un sabio anciano y le dijo:
-Me han dicho que tú eres sabio….
Por favor, dime qué cosas puede hacer un sabio
que no está al alcance de las demás de las personas.
El anciano le contestó: cuando como, simplemente como;
duermo cuando estoy durmiendo,
y cuando hablo contigo, sólo hablo contigo.
Pero eso también lo puedo hacer yo
y no por eso soy sabio, le contestó el hombre, sorprendido.
Yo no lo creo así, le replicó el anciano.
Pues cuando duermes recuerdas los problemas que tuviste
durante el día o imaginas los que podrás tener al levantarte.
Cuando comes estás planeando lo que vas a hacer más tarde.
Y mientras hablas conmigo piensas en qué vas a preguntarme
o cómo vas a responderme, antes de que yo termine de hablar.
El secreto es estar consciente de lo que hacemos en el momento
presente y así disfrutar cada minuto del milagro de la vida.
*******
duermo cuando estoy durmiendo,
y cuando hablo contigo, sólo hablo contigo.
Pero eso también lo puedo hacer yo
y no por eso soy sabio, le contestó el hombre, sorprendido.
Yo no lo creo así, le replicó el anciano.
Pues cuando duermes recuerdas los problemas que tuviste
durante el día o imaginas los que podrás tener al levantarte.
Cuando comes estás planeando lo que vas a hacer más tarde.
Y mientras hablas conmigo piensas en qué vas a preguntarme
o cómo vas a responderme, antes de que yo termine de hablar.
El secreto es estar consciente de lo que hacemos en el momento
presente y así disfrutar cada minuto del milagro de la vida.
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