-Día Internacional de las Mujeres por la Paz y el Desarme


 -Día Internacional de las Mujeres
 por la Paz y el Desarme 
24 de mayo


MAS VIDAS - MENOS ARMAS

Aunque la memoria histórica oficial no suele
 incorporar la huella de las mujeres,
 las mujeres antimilitaristas celebran cada
 24 de mayo el día
Internacional de la Mujer por la Paz
y el Desarme
desde principios de los años 80
Se conmemora, no por recordar una masacre o
catástrofe, sino para tener presente la fuerza de las
 iniciativas de los movimientos de mujeres pacifistas.



 Pero bien, hace años estas mujeres insisten 
 al mundo en que la estrategia del fortalecimiento
 militar como política preventiva en la construcción
 de la paz es un camino falso. 




Cuanta más leña se le eche al fuego, más fuego habrá.
 Ya durante la primera y segunda guerra mundial 
millones de mujeres pacifistas semovilizaron en Inglaterra,
 Francia, Alemania a favor del desarme.






Jan Rose Kasmir
se enfrenta a la Guardia Nacional estadounidense frente 
al Pentágono durante la marcha contra Vietnam en 1967.

 

En 1975, año de la mujer, los movimientos de mujeres antimilitaristas hicieron un llamamiento a la 
 Asamblea de las Naciones Unidas para enfatizar
 sobre la desmilitarización de la humanidad.



 Durante la década de los 80 crecieron las redes 
de mujeres antimilitaristas: en Gran Bretaña
 contra las bases militares, en Alemania contra la 
instalación de misiles, en España en relación al 
movimiento Anti-Otan. 


Más recientemente, durante las últimas
guerras de Bosnia-Herzegovina, Kosovo,
Afganistán, en la actual guerra Israel-Palestina,
y en la larga guerra Colombiana, surgieron
"Mujeres de Negro"
 planteando al mundo que "se visten de negro para 
 protestar por las políticas y prácticas de todos los
 ejércitos cuyos argumentos son la fuerza y la 
 violencia y, están en silencio porque rechazan
 decir palabras superfluas frente a los innombrables
 horrores de la guerra, frente a muchos medios
 de comunicación que presentan las noticias del
 dolor de la guerra como hechos sensacionalistas
 y de manera amarillista". 


Hoy en día, a pesar de la insistencia de estos
 grupos de mujeres antimilitaristas, el mundo 
 continúa armándose. Es más, durante este
 último año los gastos militares se incrementaron 
 un 7% más a escala mundial debido a los proyectos
 armamentistas de varios países como son 
EEUU, China y Francia. 



 Hoy, Día Internacional de la Mujer por la Paz y
 el Desarme, diferentes grupos de mujeres y,
algunos hombres antimilitaristas, nos continúan
insistiendo en que dejemos de enfrentar los conflictos 
 con violencia, invasión, autoridad, exclusión o 
eliminación tanto en la casa, en la política como 
en la economía. Que, de una vez, seamos creativas 
y constructivas en el abordaje de nuestros conflictos. 





La feminidad es el atributo que aporta a la 
humanidad la ética del cuidado y de la vida:
la comunicación empática, la intermediación,
la negociación, la capacidad de complicidad entre
las posiciones polarizadas, en asentar las bases
para el logro de acuerdos y la reconciliación.
Y, realmente, en momentos de crisis de las
sociedades (guerras o desastres naturales) las
mujeres asumen un papel importantísimo en 
 varios ámbitos: en la atención y gestión de las
primeras necesidades de su población, en mantener
 una mínima cohesión en la sociedad en crisis, 
 en la trasmisión de esperanza y de resignificación 
del dolor y de los valores.


En conclusión, en este
Día Internacional de la Mujer por la Paz y el Desarme
las mujeres antimilitaristas del mundo nos recuerdan
 que además de la urgencia actual de retomar
nuevamente la voluntad de desarme mundial 
y de fomentar el desarrollo humano y social,
además de la necesidad de incorporar una gran dosis
 de feminidad en los procesos políticos de
reestablecimiento de la paz nacionales, regionales
y mundiales, también se ha de fomentar la
desmilitarización de la mente de la población.
 Esta legitima y reproduce, a menor escala, un
abordaje de los conflictos a partir de la violencia.

 "Mujeres de Negro Colombianas",
después de sus cuarenta años de sentir los horrores
 de la guerra en su propia piel y en la de sus hij@s  
muertos y desaparecidos, enfatizan esta conclusión
 saliendo a las calles para recordar al mundo: 

- No más ejércitos, ni inversiones a investigación, 
 producción y comercialización de armas. 
 Estimulemos una política basada en la prevención
 de conflictos actuando desde sus raíces, fomentando 
 el desarrollo humano e invirtiendo en la investigación
 de energías alternativas. Sí a la objeción de consciencia,
a la objeción fiscal y, a la desobediencia civil
frente a cualquier manifestación violenta. 



- Superemos el orden mundial bipolar del eje del mal
 y el bien que nos quieren imponer y reestablezcamos
 medidas de confianza fundamentadas en reformas
 económicas y políticas que garanticen una vida
 digna para la globalidad de la humanidad. 

- Animémonos, mujeres del mundo,
a tener presencia tanto en el espacio privado como
en el público a actuar y exigir la incorporación de 
una ética noviolenta en todas las relaciones. 

- Exigijamos a los medios de comunicación 
 y a la educación, claves en el mantenimiento de 
la militarización social, que sean instrumentos
 desveladores de los orígenes de los grandes
 desequilibrio que sufre el mundo. 
 Que sean creadores de consciencia crítica pacifista, 
transmisores del pensamiento de la sociedad civil
 y facilitadores de la descubierta de otros países
 a partir de sus riquezas culturales, organizativas,
 naturales y no tan sólo cuando hay guerras.




"Las mujeres estamos cansadas de
parir vida para la guerra, desactivemos
 todos los artefactos de la guerra, 
los de hierro, los de la palabra
 que la incitan, los del olvido".
 


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