El rio no puede volver. Nadie puede volver.





Se dice que incluso antes de que un rio 
llegue al oceano tiembla de miedo.

Mira para atrás, para todo el recorrido,
 los cantos, las montañas,
el largo y tortuoso camino a través
 de los bosques, a través de los pueblos
 y ve en frente un océano tan vasto 
que entrar es nada más que desaparecer
 para siempre.
Pero no hay ninguna otra manera.

El rio no puede volver.
 Nadie puede volver.
Es imposible en existencia.
Usted sólo puede seguir adelante.

El rio necesita arriesgarse 
y entrar en el océano.
Y sólo cuando entra en el océano
 es que el miedo desaparece.
Porque sólo entonces el rio sabrá 
que no va a desaparecer en el océano, 
va a convertirse en parte del océano.

Por un lado es la desaparición 
y por otro lado es el renacimiento.

Así somos nosostros.
 Sólo podemos ir hacia adelante y arriesgar.
¡ Ánimo!
 Avance firme y conviértase en océano!

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