Cuenta la leyenda que “cuando el Creador hizo
la tierra quiso que las
plantas entregaran
sus mejores flores a los hombres.
Un día, observó
que un pequeño arbusto
se esforzaba sinceramente por cumplirlo,
sin
embargo, nadie se fijaba en sus pequeños
capullos amarillos que quedaban
ocultos
por sus enormes hojas.
Con el tiempo, Dios comprobó que
aquella
planta procuraba ser mejor cada día a pesar
de que la gente
siguiera sin prestarle atención.
Entonces, se acercó a ella y le dijo:
“Veo que eres muy hermosa y que realizas tu
misión con mucho amor, aun
cuando tu belleza
no es valorada y sin embargo luchas por ser feliz
dando tu amor incondicional a tus hermanos
pues sabes que lo necesitan.
Por eso te voy a dar mi sangre”.
Cuando la depositó en sus hojas, estas
se tiñeron inmediatamente del color rojo
más hermoso que existía, y así se convirtió
en la flor más bella, que florecería en la época
más importante de la Tierra, en Navidad.
Desde aquel momento la planta de flor pequeña
y de grandes hojas se transformó en la bella
Flor de Nochebuena, haciéndola la más
representativa de la Navidad”.
se tiñeron inmediatamente del color rojo
más hermoso que existía, y así se convirtió
en la flor más bella, que florecería en la época
más importante de la Tierra, en Navidad.
Desde aquel momento la planta de flor pequeña
y de grandes hojas se transformó en la bella
Flor de Nochebuena, haciéndola la más
representativa de la Navidad”.
Déjame volar aunque tropiece con el cielo,
hay noches estrelladas
hay noches estrelladas
y días que se estrellan contra el suelo.
Déjame intentarlo aunque tropiece son mis sueños.
Si aguantan las estrellas,
Déjame intentarlo aunque tropiece son mis sueños.
Si aguantan las estrellas,
en una de estas noches contra el viento, yo despego ...
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