LEYENDA DE LOS SENTIMIENTOS


LEYENDA DE LOS SENTIMIENTOS

Cuenta la leyenda que una vez se reunieron
 en un lugar de la tierra todos los sentimientos 
y cualidades de los hombres. 
Cuando el ABURRIMIENTO
 había bostezado por tercera vez, 
la LOCURA, como siempre tan loca, les propuso:

-¿jugamos al escondite?

La INTRIGA levantó la cara intrigada,
 y la CURIOSIDAD sin poder contenerse preguntó:

- ¿al escondite? ¿Y cómo es eso?

-Es un juego- explicó la LOCURA
-en el que yo me tapo la cara y comienzo a contar 
desde uno hasta un millón mientras ustedes se esconden y,
 cuando yo haya terminado de contar, 
el primero de ustedes al que encuentre, 
ocupará mi lugar para continuar el juego.

El ENTUSIASMO se halló secundado por la EUFORIA.
 La ALEGRÍA dio tantos saltos que terminó por convencer
 a la DUDA, e incluso a la APATÍA 
a la que nunca le interesaba nada.
 Pero no todos quisieron participar.
 La VERDAD prefirió no esconderse;
 ¿Para qué? si al final siempre le fallaban
 y la SOBERBIA opinó que era un juego muy tonto
 (en el fondo, lo que le molestaba era que la idea
 no había sido suya), 
y la COBARDÍA prefirió no arriesgarse...

Uno, dos, tres... comenzó a contar la LOCURA.

La primera en esconderse fue la PEREZA,
 que, como siempre, se dejó caer tras
 la primera piedra del camino.

 La FE subió al cielo, y la ENVIDIA se escondió
 tras la sombra del TRIUNFO, 
que con su propio esfuerzo había logrado subir
 a la copa del árbol más alto. 

La GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse; 
cada sitio que hallaba le parecía maravilloso 
para alguno de sus amigos: 
¿que si un lago cristalino? ¡Hay ideal para la BELLEZA!; 
¿que sí la rendija de un árbol? 
¡Perfecto para la TIMIDEZ! ;
 ¿que si el vuelo de una mariposa?
 ¡Lo mejor para la VOLUPTUOSIDAD! ; 
 ¿que si una ráfaga de viento? 
¡Magnífico para la LIBERTAD!
Así que termino por ocultarse en un rayito de sol,
 el EGOÍSMO, en cambio, encontró un sitio
 muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo...
 eso sí, sólo para él.

La MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos
 (¡mentira, en realidad se escondió detrás del arco iris),
 y la PASIÓN y el DESEO en el centro de los volcanes,
 el OLVIDO... ¡se me olvidó donde se escondió!...
 pero no es lo importante.

Cuando la LOCURA contaba 999999 el AMOR
 aún no había encontrado sitio para esconderse,
 pues todo se encontraba ocupado,
 hasta que divisó un rosal y,
 enternecido decidió esconderse entre sus flores.

-¡Un millón!- contó la LOCURA y comenzó a buscar.
La primera en aparecer fue la PEREZA, 
sólo a tres pasos de la piedra. 
Después escuchó a la FE discutiendo con Dios
 en el cielo sobre zoología, 

y a la PASIÓN y al DESEO 
los sintió en el vibrar de los volcanes.

En un descuido encontró a la ENVIDIA, 
y claro, pudo deducir donde estaba el TRIUNFO.
 Al EGOÍSMO no tuvo ni que buscarlo; 
él solito salió desesperado de su escondite 
que había resultado ser un nido de avispas.

De tanto caminar sintió sed y al acercarse 
al lago descubrió a la BELLEZA. 
Y con la DUDA resulto más fácil todavía, 
pues la encontró sentada sobre una cerca 
sin decidir aún en que lado esconderse.

Así fue encontrando a todos: 
el TALENTO entre la hierba fresca,
 la ANGUSTIA en una oscura cueva, 
la MENTIRA detrás del arco-iris... 
(¡mentira, sí ella estaba en el fondo del océano!), 
y hasta el OLVIDO, al que ya se le había olvidado 
que estaba jugando al escondite.

Pero solo el AMOR no aparecía por ningún sitio.
La LOCURA buscó detrás de cada árbol,
 bajo cada arroyuelo del planeta, 
 en la cima de las montañas y,
 cuando estaba apunto de darse por vencida,
 divisó un rosal y las rosas... 
Y tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, 
cuando de pronto un doloroso grito se escuchó. 
Las espinas habían herido en los ojos al AMOR,
 la LOCURA no sabía que hacer para disculparse; 
lloró, rogó, imploró, pidió perdón,
 y hasta prometió ser su lazarillo.

Desde entonces, 
desde que por primera vez se jugó 
al escondite en la tierra,

EL AMOR ES CIEGO


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