Resulta que…




Resulta que me fui al aeropuerto
 para coger el barco y cogí el autobús, 
resulta que por más temprano que 
me acostaba nunca me despertaba a tiempo
 y por más que dormía 
siempre me cogía la tormenta…

Resulta que por mucho que crecía
 siempre necesitaba escaleras, 
resulta que al divisar la cima perdía 
el camino y que para caminar en serio
 necesitaba amarrarme las deportivas,
 pero yo caminaba en chanclas…

Resulta que al encontrarte no te mire,
 que al mirarte no me sonreíste
 y que al hablarte ya estabas lejos, 
resulta que la distancia la ponen 
las personas y la cercanía los trenes…

Resulta que nunca sabré lo que piensas
 cuando miras al infinito, que nunca 
habrá infinito sin haber arriesgado 
 en la bajada, que nunca habrá subida
 si no caíste y que nunca te caerás 
si no sales a bailar con la vida…

Resulta que nos pasamos la vida intentando
 recuperar cosas que teníamos, cosas
 que perdimos por mirar a nuestro ombligo
 y cuando las recuperamos seguimos 
mirando nuestro ombligo de reojo…

Resulta que no hay nada más bonito
 que vivir el presente sin que te atormente
 el pasado ni te escondas del futuro,
 resulta que la vida es fácil 
y que las personas la complicamos…

Resulta que a ti que te quiero
 te hablo mal y a ti que no te conozco de 
nada la amabilidad me sale por los codos,
 resulta que los codos nunca los hincamos
 lo suficiente y que los suficientes
 en la escuela siempre fue un “por los pelos”…

Resulta que el pelo largo está mal visto
 aunque los malos tengan la cabeza rapada, 
resulta que por muy rapado que tengas
 el bolsillo siempre hay alguien peor que tú, 
resulta que los que menos tienen
 son los que menos necesitan 
y de los que más aprenderás…

Resulta que cuando vuelvas a ese sitio
 siempre sonreirás, resulta que nunca
 abrazarás a una persona como cuando
 sabes que es la última vez, resulta que
 la última vez se puede convertir
 en la eternidad…

Resulta que si te echo de menos 
sales corriendo y si soy yo el que corro
 no me dejas llegar a la meta, resulta
 que el nunca jamás está
 pegado al ojalá pudiera,
 resulta que por mucho que te quites
 si es para ti te alcanzará…

Resulta que el resultado a veces
 no es la mejor cifra y que da igual la cifra final
si el resultado no es positivo, resulta que si
 saltas da igual que tengas vértigo, 
si sonríes da igual que estés triste
 y que si no pierdes es porque nunca jugaste…

Resulta que la vida tiene que merecer
 la pena y no la pena acompañarte en la vida…


Manuel solis vazquez

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