Louis Braille
(1809 - 1852 )
El niño que trajó luz al mundo
de la oscuridad
Louis Braille, el hombre que hizo leer
a quienes no podían ver.
Hay gentes que parecen llegar al mundo
para cambiarlo, no importa las dificultades que
deban afrontar, es más, a veces son esas dificultades
las que marcan su destino como parece haber ocurrido
con Louis Braille: profesor, pedagogo, inventor del
sistema braille de lecto-escritura y notación musical
para invidentes.
Cierto día de 1812, en un pueblo francés, Coupvray
Un niño con tan solo tres años de edad, y mientras
jugaba en el taller de su padre de talabartería
tratando de imitarle, cogió un tranchete que
este utilizaba para su trabajo y trató de cortar
una correa con tal mala suerte que un pequeño
accidente del cual no se tiene conocimiento exacto
(un pedacito de cuero que le pudo saltar al ojo
o bien la punta de la herramienta) le hirió el
ojo derecho. La inflamación acabó por dañar
también el ojo izquierdo, provocando una ceguera
irreversible debida a una oftalmía simpática.
Si dicha inflamación no es tratada a tiempo,
la reacción autoinmune que se provoca en el ojo
dañado acaba afectando al contralateral pudiendo
causar una ceguera irreversible en ambos ojos.
A pesar de todas estas dificultades, Louis creció
protegido y animado por su familia, sin perder
un ápice de su curiosidad de niño; comenzó a
aprender las letras con su padre, que las tallaba en
madera para que él las reconociera con sus manos
y asistió a la escuela, su formación era básicamente
oral porque Louis no podía ver y, a pesar de ello,
destacó de tal modo en sus estudios que recibió una
beca con la que pudo estudiar en París, en el
Instituto Nacional para Jóvenes Ciegos en el
que sería, pasados los años, profesor.
Durante sus primeros años en el Instituto Braille
enfermó de tuberculosis y ya nunca recuperó
su salud, arrastró toda su vida esta enfermedad,
junto a su ceguera, hasta el punto que fue ella la
que puso el punto y final a su vida cuando contaba
unos 52 años, un año antes de que su sistema Braille
fuera reconocido ofialmente.
Su vida en el Instituto, como alumno primero
y profesor, fue intensa y estuvo muy ligada a la
música, de hecho cuando su salud fue empeorando
dejó de dar todas sus clases excepto las de
música y se presentaba a sí mismo como
profesor de música.
Louis Braille aprendió a leer con el sistema de Hauy,
que consistía básicamente en dar relieve a las
letras para que pudieran ser percibidas al tacto;
leyó muchos libros en el Instituto con éste método
y supo en todo momento que necesitaba ser
mejorado; conoció después el sistema Barbier
una especie de código creado con puntos para el
ejército francés, le convencía más que el de Hauy
pero mantenía importantes carencias, la primera de
ella su complejidad.
Lo que Braille hizo fue tomar la idea de los
puntos y crear un código cuyos símbolos no
podrían tener más de 6 puntos de modo que
fuesen percibidos al instante y no desvelados
al pasar la mano sobre ellos. Su sistema fue
rechazado en un principio, especialmente por los
profesores que no eran ciegos, pero muchos alumnos
y profesores ciegos del Instituto comprendieron lo
que el invento de Braille podía significar para ellos
y comenzaron a usarlo aunque no estuviese permitido.
Estatua de Louis Braille en las Bermudas,
el Jardín de los ciegos, 1964.
Dicen
que cuando un niño pierde la visión a una
edad temprana, sus recuerdos
visuales se diluyen
y pierden también la capacidad expresiva de su
rostro,
esa que se gana únicamente por imitación.
“El braille es conocimiento
y el conocimiento es poder.”
Ayer fue uno de los mejores
y más hermosos días de mi vida.
Probé los más grandes placeres.
Dios me complació y me mostró
las deslumbrantes maravillas de la
esperanza eterna.
Después de eso,
¿no parecerá como que no existe nada
que me podría mantener atado a este mundo?”
Cuando has experimentado los sacramentos,
te das cuenta de la majestuosidad
y el poder de la religión. ”
Ayer fue uno de los mejores
y más hermosos días de mi vida.
Probé los más grandes placeres.
Dios me complació y me mostró
las deslumbrantes maravillas de la
esperanza eterna.
Después de eso,
¿no parecerá como que no existe nada
que me podría mantener atado a este mundo?”
Cuando has experimentado los sacramentos,
te das cuenta de la majestuosidad
y el poder de la religión. ”
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