La Tortuga y la Liebre...




Una tortuga y una liebre,
 siempre discutían sobre quién era más rápida.
 Para terminar con la discusión, 
decidieron hacer una carrera. 

Eligieron una ruta y comenzaron a correr.
 La liebre salió a toda velocidad 
y corrió enérgicamente durante un buen rato.
 Luego, al ver que había sacado muchísima ventaja,
 decidió sentarse debajo de un árbol 
 para descansar unos momentos,
 recuperar fuerzas y luego continuar su marcha,
 pero se quedó dormida. La tortuga, 
que andaba con paso lento pero constante,
 la alcanzó, la superó y terminó siendo la ganadora 
 indiscutible de la carrera. 

Moraleja:
 "Los lentos, pero constantes y perseverantes,
 también ganan la carrera"

La historia no termina aquí...

La liebre, decepcionada por haber perdido,
 hizo un examen de conciencia y reconoció su grave
 error al subestimar a la tortuga.
 Se dio cuenta de que por presumida y descuidada
 había perdido la carrera.
 Si no hubiese subestimado a su oponente,
 nunca la hubiera podido vencer.
 Entonces, desafió a la tortuga a una nueva competencia.
 Esta vez, la liebre corrió sin descanso 
desde el principio hasta el fin 
y su triunfo fue contundente. 

Moraleja:
 "Los rápidos y tenaces vencen 
a los constantes y perseverantes"

La historia tampoco termina aquí...

Después de ser derrotada, la tortuga reflexionó 
detenidamente y llegó a la conclusión de que no
 había forma de ganar a la liebre en velocidad. 
 De la manera como estaba planteada la carrera,
 ella siempre perdería. 

Por eso, desafió nuevamente a la liebre, 
pero propuso correr por una ruta distinta a la anterior.
 La liebre aceptó y corrió a toda velocidad,
 hasta que se encontró en su camino con un ancho río.
 La liebre no sabía nadar y mientras se preguntaba 
qué podía hacer, la tortuga nadó hasta la otra orilla,
 continuó a su paso lento pero constante 
y terminó la carrera en primer lugar.

Moraleja:
 "Quienes identifican su ventaja competitiva
 (saber nadar) y cambian el entorno para aprovecharla,
 llegan primeros" 

Pero la historia sigue....

Pasó el tiempo y tanto compartieron 
la liebre y la tortuga que terminaron haciéndose amigas.
 Ambas, reconocieron que eran buenas competidoras 
y decidieron repetir la última carrera, 
pero esta vez corriendo en equipo.
 En la primera parte, la liebre cargó a la tortuga 
 hasta llegar al río. Allí, la tortuga atravesó el río
 a nado con la liebre sobre su caparazón, 
y ya en la otra orilla, la liebre cargó de nuevo
 a la tortuga hasta llegar a la meta. 
 Como alcanzaron la línea de llegada en tiempo récord,
 sintieron una mayor satisfacción 
que la que habían experimentado 
con sus logros individuales. 

Moraleja:
 "Es bueno ser individualmente brillante
 y tener fuertes capacidades personales. 
Pero, a menos que seamos capaces de trabajar
 con otras personas y potenciar recíprocamente
 las capacidades de cada uno, 
 no seremos completamente efectivos"

Reflexión:
Es importante advertir que ni la liebre ni la tortuga 

abandonaron la carrera.

La liebre evaluó su desempeño, 
reconoció sus errores y decidió poner más empeño
 después de su fracaso.
 Por su parte la tortuga, al notar que la velocidad
 era su mayor debilidad, decidió cambiar su estrategia 
y aprovechar su fortaleza como nadadora,
 en un nuevo recorrido. Después de varias contiendas, 
la tortuga y la liebre descubrieron que unidas 
lograban mejores resultados. 

La liebre y la tortuga, 
también aprendieron otra lección vital:
Cuando dejamos de competir contra un rival
 y comenzamos a competir contra una situación, 
no solo complementamos capacidades,
 compensamos debilidades, potenciamos nuestros recursos, 
sino que también obtenemos mejores resultados. 

Todos tenemos carreras por delante, 
y hay muchas maneras de ganarlas. 
Hay muchas liebres, muchas tortugas... 
y muchas metas que alcanzar. 

Finalmente:
 "No te reúnas con un grupo fácil;
 no te harán crecer. 
Ve donde sean muy altas las exigencias 
y las expectativas de desempeño"

Vive como si tuvieras todo el tiempo del mundo, 
reflexiona como si fuera tu última oportunidad 
y ama siempre como nunca antes lo has hecho

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